Un raid solidario por Marruecos con una corsa del 93: la aventura de Ignasi Alba y Arnau Canut
Los jóvenes estudiantes de Ingeniera de Automoción han comenzado este sábado la travesía en Tánger
Recorrer más de 2.500km por Marruecos con coches de más de veinte años de antigüedad, guiándose sólo con un roadbook y una brújula y repartiendo material solidario a los diferentes poblados que atraviesan. Ésta es la aventura a la que se han sumado el hostelense Ignasi Alba Dorca y su compañero andorrano Arnau Canut Cascalló. Se trata de una nueva edición de la UniRaid, una aventura para jóvenes estudiantes universitarios que ha arrancado este pasado sábado en Tánger y que culminará el próximo 15 de febrero.
Los dos jóvenes estudiantes del grado en Ingeniera de Automoción en la EPSEM se unieron bajo el nombre Odyssey Raid Team (@odysseyraidteam), conscientes de que el viaje “será una auténtica odisea y una aventura inolvidable“, describe Dorca. La idea de participar en esta UniRaid surgió del andorrano, quien ya había seguido ediciones anteriores a través de las redes sociales. Cuando lo propuso a Ignacio, este pronto se animó, y juntos arrancaron esta aventura donde el raid en sí es sólo la recta final.
Un año de preparación previa
Durante más de once meses, los jóvenes se han dedicado a preparar el coche, un Opel Corsa del año 1993, invirtiendo “muchas horas” organizando y planificando las tareas necesarias, comprando las piezas y herramientas adecuadas y trabajando en todo lo necesario. La parte más importante de esa preparación, explican, fue la de la fabricación del protector del cárter. Desde la organización de la UniRaid, se recomienda protegerlo especialmente, ya que el paso por las dunas podría estropearlo y se trata de un elemento fundamental del vehículo. “Para hacerlo, primero tomamos las medidas necesarias, después diseñaron el modelo en 3D según nuestras necesidades, hicimos los planos y lo enviamos a fabricar. Una vez hecho, bastaba con hacer los agujeros para fijarlo en el vehículo e instalarlo”, relatan.
Conseguir financiación, un reto mayúsculo
Lejos de toda la parte mecánica, reconocen que el mayor reto a lo largo de este proceso ha sido el de buscar patrocinadores. Aseguran que han “picado muchas puertas“ pero que “no todas están abiertas“. Sin embargo, dicen, es gratificante ver a todas las empresas que han conseguido que apoyen al equipo, un patrocinio fundamental para poder preparar el coche, hacer el viaje y hacer frente al proyecto de manera global. Sin ellos, dicen, “no sería posible esta travesía“.
La “preparación” humana
Más allá del coche, piloto y copiloto también han tenido que realizar un trabajo mental previo. Ahora, dicen, son conscientes de que todo lo que podían hacer ya lo han hecho, y sólo queda “ver el resultado de tantos meses de esfuerzo y preparación”. Sin embargo, no p